Fuerte baja en la morosidad entre los afiliados activos

Fuerte baja en la morosidad entre los afiliados activos

Desde el inicio de la presente gestión, el conocimiento preciso del estado institucional se estableció como eje prioritario. En este contexto, determinar el nivel real de morosidad se convirtió en una tarea impostergable, especialmente al verificarse que, hasta este año, no existía un registro de la población deudora.
Por eso, en marzo se puso en marcha un relevamiento exhaustivo que permitió dimensionar por primera vez la magnitud de la situación: el 37% de los afiliados activos presentaba algún tipo de deuda, evidenciando el punto más alto registrado.

Ante esta situación, se buscó asumir un rol activo, fortaleciendo los canales de comunicación con los afiliados e impulsando alternativas de regularización claras y accesibles. Para esto, se reorganizó el equipo de recupero de deuda y recibió capacitación específica en atención al afiliado, con el objetivo de fortalecer un esquema de trabajo más cercano y orientado a brindar respuestas claras. De este modo, en apenas seis meses se alcanzó una reducción histórica de la morosidad: para septiembre, el indicador descendió de manera significativa hasta el 12,1%.

Asimismo, en marzo se inició un seguimiento específico de las MOV 2016, que nunca habían sido informadas a los afiliados pese a que —al cumplirse diez años— avanzan automáticamente a instancia judicial. En ese relevamiento se identificaron 886 afiliados con deuda por este concepto. Hoy, la reducción alcanza el 97%, lo que permitió evitar que cientos de profesionales enfrentaran un proceso judicial sin información previa, corrigiendo una situación heredada y fortaleciendo los mecanismos de acompañamiento institucional.

Del mismo modo, se avanzó en el seguimiento de las MOV 2024, que registraban un total de 2.166 afiliados deudores. Para noviembre, esa cifra se redujo en un 90,7%, reflejando un contacto más eficiente con los afiliados y una respuesta favorable a las alternativas de regularización.

En definitiva, la transparencia, la cercanía, el acompañamiento permanente y los esquemas de financiación accesibles consolidan un modelo de gestión que brinda herramientas concretas para que cada afiliado pueda regularizar su situación sin dificultades, reafirmando así el compromiso de la Caja con el bienestar de toda la comunidad profesional.